Hace tiempo descubrí que era una persona afortunada, con suerte. Estaba rodeada de gente que me quería de mil maneras diferentes y me daba besos de muchas clases y sabores. Entonces, comencé a guardar esos besos para no perderlos, para que no se me escapara la felicidad en ellos contenida. Así logré reunir un buen puñado. Entonces me di cuenta que era muy egoísta guardarlos para mí sola y decidí compartirlos.
Y también hay palabras: un CD para que se escuchen otras voces, es un audiolibro con un poema de la escritora leonesa Asunción Carracedo, en su voz. En este texto, la poeta hace un viaje a través de las palabras y alumbrándose con la linterna de la sinceridad y descalza como una peregrina interpela, acaricia, reflexiona, se extraña e intenta comprender la realidad y el milagro del lenguaje. Desde el silencio con el que se abre el poema hacia un espacio mágico de palabras "desocupadas" y habitantes de su propia posibilidad, hasta la revelación que la poesía otorga a quien ha tocado a su puerta vestida de humildad, a quien como Asunción, calla para que se escuchen otras voces. (María García Esperón)
Sombrerito de viento, un CD al sur del sur, es un audiolibro con poesía para niños de la autora argentina Mónica Gudiño, quien se ha caracterizado además por poner voz a su poesía a través de videopoemas realizados por ella misma y por establecer colaboraciones con creadores a lo largo y ancho del territorio hispanohablante a través de la red. En esta ocasión acompañan a Mónica las voces de María José Viedma (España) y María García Esperón (México) en un encuentro de entonaciones en un espacio único: la textura lúdica y fresca de esta joven de Córdoba que viene alumbrando el mundo de la poesía para niños en castellano con la luna azucarada de su lenguaje poético. (MGE)
Sombrerito de viento, un CD al sur del sur, es un producto cultural sin fines comerciales y el objetivo es que ya sea en el aula o en la casa, los niños y maestros interesados puedan grabar su propio disco descargando los 10 archivos de audio y el cuadernillo adjunto con los textos. Para descargar el cuadernillo es necesario darse de alta en Scribd. Para descargar los audios, dar clik en "share" y de ahí a "link mp3". O solicitar los materiales por correo electrónico a mgarciaesperon@gmail.com.
La musicalidad, el encanto, la dulzura, la voz de plata de la luna luna, azúcar candeal en los labios del verso, canción del idioma vuelto hacia el sur, donde comienza a terminarse América y donde todos los días se encienden estrellas en el hemisferio austral de la lengua española:
Mónica Gudiño es una poeta argentina que ha recibido de las hadas del idioma el don extraordinario de la naturalidad. Se ha consagrado mayormente a la poesía para niños, pero sus poemas no se detienen en la categoría de lo infantil y, sedosos y musicales como pocos, conquistan a los lectores de todas las edades.
La rima se le entrega a Mónica por entero, para que ella recree situaciones y personas, objetos y ambientes que parecen hechos para dibujarse en versos. Permeado de afecto, el lenguaje de esta poeta emplea con soltura los diminutivos y las repeticiones de sílabas para aportar palabras nuevas, palabras de creación espontánea y libre y juguetona.
El idioma es en el territorio poético de Mónica criatura feliz a la que ella hace trotar en sus rodillas, como una madre que juega con su hijo pequeño. El lenguaje le vuelve a nacer a la poeta en aliteraciones cariñosas, en reduplicaciones y borboteos de sílabas surgidas de la voz que arrulla y celebra los motivos de la infancia.
Que juega. El lenguaje es juego en las manos de Mónica y es un juego tan convencido de su ser lúdico que suspende en el lector la incredulidad para rodearlo con la cadena mágica de la fe poética:
Una hermosa pera
de roja solera
espera a su pero
de verde sombrero.
(Cosas de peras)
Limericks, adivinanzas, juegos de palabras, cuentos hechos poemas o poemas cuentos, delicado romanticismo de la poesía de corte juvenil de Mónica donde más de uno volverá a sentir vibrar su adolescencia al soplo de ese viento que es la inspiración de la poeta y que nos remueve el flequillo del alma.
Un silencio caprichoso
se me escapa de la boca
y es un libre prisionero
del amor que lo provoca...
(Silencio)
Por momentos, Mónica se prende del río de la tradición, de la versificación popular y de los cantares que se cosechan en la montaña, en el sol y en el río, en el diario acontecer de lo humano acompasado con la naturaleza. Echa mano de los ritmos de su tierra y nos entrega el azúcar cariñoso de su milonga, que se acoge al diminutivo y que además tiene sabor a alpiste.
Pajarito con flequillo
cancherito y agraciado
ya no cantes en mi puerta
que no eres de mi agrado…
(Milonguita con sabor a alpiste)
Leer a Mónica Gudiño es dejarse contagiar por la inocencia y bañarse en las aguas de un mundo nuevo y soleado donde la poesía es la protagonista indiscutida. Mirar desde sus ojos y dejarse llevar por las melodías que transporta desde su voz al verso, una vuelta a la infancia y un viaje en un tren de mágicas sílabas por sierras pampeanas de rimas y ríos rumorosos de metáforas con que la felicidad escribe sus poemas al sur del sur.
Entre ramas y hojarasca: un CD de mirlo y montaña, es un audiolibro con poemas para niños del poeta y educador asturianoAlfonso Pascón recitados por Alejandra Moglia (Argentina) y María García Esperón (México). La descripción poética de la naturaleza y el reencantamiento del mundo a través de la palabra son características de este autor que ha desarrollado un lenguaje tan sencillo como mágico para aproximarse al misterio de la sensibilidad infantil. Producto tanto de su vivencia en contacto con el entorno rural asturiano como de su actividad en el aula, los poemas agrupados en Entre ramas y hojarasca ponen en las manos del lector sensible un mundo trémulo de rumor de montaña, de cantos de mirlos, abarcado por la mirada inocente e infinita de la infancia de siempre. (MGE)
4.- Canción del lápiz pequeño Voz: María García Esperón
5.- El palomo y la paloma Voz: Alejandra Moglia
6.-Con la abuela Carolina Voz: Alejandra Moglia
7.- El secreto Voz: María García Esperón
8.- Piratas Voz: Alejandra Moglia
9.- He pintado algunas nubes Voz: María García Esperón
10.- Enero Voz: María García Esperón
Entre ramas y hojarasca: un CD de mirlo y montaña, es un producto cultural sin fines comerciales y el objetivo es que ya sea en el aula o en la casa, los niños y maestros interesados puedan grabar su propio disco descargando los 10 archivos de audio y el cuadernillo adjunto con los textos. Para descargar el cuadernillo es necesario darse de alta en Scribd. Para descargar los audios, dar clik en "share" y de ahí a "link mp3". O solicitar los materiales por correo electrónico a mgarciaesperon@gmail.com.
Níger Madrigal ha hecho vida de su nueva obra. Sol y noche, lenguajes cotidianos y sagrados, libélulas y elefantes, palabras en castellano y en yokot'an, niños hablando, pintando, soñando.
Un taller de grabado infantil de la Casa de la Cultura Carlos Pellicer coordinado por el mismo Níger, que además de poeta es artista plástico, fue el umbral para dar paso a la luz de esta maravilla que convierte en afortunado a quien la tiene en las manos.
Se llama Grafiantes. Porque son niños, infantes, los que han hecho las gráficas. Es un libro. Pero no solamente un libro. Incluye un disco compacto que libera las aves del idioma yokot'an, hablado por los chontales de Tabasco. La traducción de los poemas de Níger corrió a cargo de Auldárico Hernández Gerónimo. Un niño y una niña, Edwin de Jesús y María Guadalupe, dicen los poemas en yokot'an mientras Candy Montserrat, Elian y Melanie los entonan en castellano.
Los entonan porque casi los cantan. En este libro más que libro todo canta. La poesía se apodera del mundo y convierte el instante en fuente de tiempo vivo. En tiempo mágico en el que cada arista de la realidad revela su sagrado origen, su brillante presente, su futuro infinito, su pregunta esperanzada.
-Navegante, navegante.
¿A dónde vas con tu canción?
-A pescar viejos recuerdos
cerquita del corazón.
Aj baet, aj baet,
¿kada xe duk na k'ay?
Kä luke ono' kajti'ya
Kä sakän na sätijo' nätsä ta pusiká
Níger Madrigal hace alquimia en este libro donde además de fundir en una sus miradas poética y pictórica acude y nos lleva a la raíz de lo poético y a la casa del lenguaje en donde las palabras se funden con el color y nos vibran en la piel de los sueños. El sentido se sumerge como sabio pez en las aguas del castellano y del yokot'an, que de lengua minoritaria se convierte en este libro en un pozo de estrellas en el que nos asomamos para mirarnos transfigurados en nuestros mágicos orígenes.
La poesía de Níger ha sido distinguida con varios premios, en lo que respecta a su creación para niños obtuvo en 2007 el Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños por su poemario Rutinero, que con ilustraciones de la artista argentina maría Wernicke fue editado por el FCE. Con Grafiantes, Níger vuelve a ganar al otorgarse por entero a los niños, al fundir lenguajes, al derramar las perlas que como buen pescador de hermosura ha recogido en la noche tabasqueña, toda luna y toda palabra y aromas de selva bendita.
Por las noches una iguana
caza destellos de luna,
y trepa por la corteza con su color
de piedras y hojas encendidas.
Ta ni ak'ä' untu juj
u k'eche' u yäts'i uj,
u täbo tupat u bonkan
ta ni ji'tum dok yopo tsäbäjtak
Los grabados que ilustran los poemas de Níger son luz pura, como las palabras en ambos idiomas, como la inocencia de la mirada que se abre sobre el misterio de cada ser, de cada animal, de cada astro o de cada asombro. Realizados por niños de 6 a 10 años justifican por sí solos el apelativo de maravilloso que no deja de asociarse al recorrer este volumen empastado -abrazado- en suave canela. Mirada, sabor, textura, música, aroma emanan de estas superficies donde asoman mariposas y lunas, soles y caballos y barcos y alma infantil, inocente y sabia, misteriosa y profunda, como la poesía de Níger Madrigal.
Grafiantes. Grabados de niños tabasqueños ts'ibi dok bono tani bijchok ta noj kajo' Poemas de Níger Madrigal Traducción al yokot'an por Auldárico Hernández Gerónimo PACMYC (Programa de Apoyo a Culturas Municipales y Comunitarias)
A los quince años yo dibujaba como Miguel Ángel; he tardado cuarenta años en aprender a dibujar como un niño.
PabloPicasso.
Me pregunto cómo la hojarasca de las dos orillas puede silenciar la mano consagrada de Helier Batista Hernández. (Puerto Padre, 1977)
Aunque pueden contarsevarias series que definen sus etapas creativas, me inquieta un grupo considerable de obras dominadas por los códigos infantiles sin que el término se confunda con facilismo o lo naif. Tal vez es aquí donde más trabajo conceptual o al menos sedimentación académica existe, en la que Helier se encuentra con el niño que es, mientras mancha de acrílicosesos paisajes continentes de un profundo conocimiento del color y un sinnúmero de técnicas y corrientes plásticas.
Con sobrado dominio del dibujo, Helier acumula más de ocho trabajos de ilustración con especial inclinación hacia libros de poesía tanto para adultos como para niños. Él sabe aprovechar esa posibilidad de reproducir su obramiles de veces, por eso pone su empeño en que los trabajos de ilustración no sean menoresque aquellos expuestos en varias galerías cubanas.
Soy testigo de que cada acercamiento de Helier a la obra literaria es una reinterpretación que lejos de limitar o reproducir eltexto, lo extiende a zonas insondables de lo sugestivo y polisémico como conviene a la poesía de buena factura.
Un espíritu inquieto le revolotea dentro y lo obliga a trabajar sin hacer concesiones. Le exige que cada casasea más que su forma básica o que los árboles nos remitan a esos esbozos infantiles que empiezan a iluminarse con trazos aquí y allá sin más orden establecidodel que imponecolores y facturas.
No siquiera Miami, esa tierra apócrifa cubana, le borra sus sueños de artista. Gesta proyectos que le tienen muy ocupado. Ya ofrece un mural pictórico en la escuela de su hijo o expone con esa fuerza poética de quien le urge no disolverse entre el bagazo ornamental que sobreabunda.
Son los barcos desde adentro: a grafito,pincel o sobre el celuloide, útiles para encarar la distancia entre las familias de una y otra orilla, pero bien pudieron ser los zapatos o las siluetas de su abandono en cualquier arena cubana para referirse al éxodo que tanta sal pone ante nosotros.
Por eso el poeta Frank Castell dice: Los barcos son ciudades que se marchan…
Duele distanciarse de un amigo que es un artista pleno y que por estrecheces políticas no pueda contarse entre los creadores cubanos que viven en cualquier parte y bajo cualquier bandera con vínculo de las instituciones de la tierra que le vio nacer. Aun así, sigue Helier con esa lealtad del cubano de a pie. Me consta que Helier no dejará de ser el artista que en mi país arribaba el tren lechero para respirar el ambiente de los ferrocarriles y la espera; y hacer luego sus propiasimágenes, como si un cronista se propusiera semejante ejercicio. Ver sus habitaciones cada vez más estrechas debido a su tenacidad creativa me convence de su éxito, de su búsqueda.
Lejano está quizás el día del reconocimiento, la oportunidad de vivir de su vocación, y no continuar como un rudo vigilante de cargas encualquier almacén de la Florida. Bien sabe él que las orillas también son extremos y que los hombres difícilmente encuentran el punto meridiano de la felicidad.
Mientras tanto, no hay descanso, tampoco sombras de derrota. En Helier Batista su trabajo es su idioma y no la pretensión necesaria de asumir ahora el lenguaje de la opuesta orilla que le vio nacer…